Chile mantuvo cifras de siniestralidad laboral en plena pandemia



    De todos los organismos mundiales se puede establecer con certeza que los ojos del mundo están puestos también sobre las medidas, sugerencias y estadísticas que provee la Organización Internacional del Trabajo (OIT), siendo este un ente que agrupa a los líderes de los poderes ejecutivos de 187 estados miembros, representantes patronales y de trabajadores.

    A partir de la manifestación general que hizo el 11 de marzo de 2020 el Director General de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus en rueda de prensa para considerar el brote como pandemia causada por un tipo de coronavirus, muchos países comenzaron a formalizar las decisiones particulares para afrontar esta amenaza a la sociedad.

    El impacto que está en pleno desarrollo con la declaratoria de la pandemia mundial del covid-19 considerado una enfermedad viral respiratoria que atenta a las personas por una ruta transmisible de humano a humano.

    El empleado no se escapa de esta realidad y fue uno de los motivos principales de la detención de todas las actividades comerciales y laborales en el mundo. El contagio en el campo de trabajo había que evitarlo rápidamente y la orden del aislamiento en los hogares representó un cambio en las estructuras sociales.

    Todo se debió detener hasta las lesiones de los trabajadores por el uso de herramientas y equipos de trabajo, incorrecta aplicación de las normas de prevención de los dependientes, así como por la manipulación de sustancias nocivas de contenido físico químico que pueden alterar la salud.

     Así concretamente en Sudamérica se comenzó a tomar acciones paulatinamente mientras las industrias y comercio se iban apagando poco a poco. Eso no fue suficiente, algunas se mantuvieron en pie y empleados seguían laborando, por tanto exponiéndose a los factores de riesgos de diferentes tipos.

    El cuidado extremo se basó en prevenir el contacto físico entre personas y controlar la expulsión al toser o estornudar de las gotículas que caen en las superficies para impedir la propagación.

    Los datos en general han cambiado en la mayoría de los indicadores económicos, en el cuidado de las interacciones sociales y en el área laboral la seguridad del trabajador ha dado un giro de 360° en pocos meses en razón de los nuevos mecanismos que se están implementando.

    Latinoamérica puede ser considerada como la región en el mundo del epicentro de la pandemia según lo reseñó el 17 de junio de 2020 el portal de bbc.com, a pesar de las medidas de confinamiento, se fijaron cuarentenas mal sincronizadas con momentos inadecuados.

    Este territorio tiene un complejo acceso a respiradores, equipos de protección personal y materiales de laboratorio, aunado a que la información proporcionada a la población no ha sido clara relacionada con el uso de las mascarillas o tapabocas, distanciamiento social y el impedimento de las reuniones con sus familiares y amigos; en especial la conciencia personal y social es algo que subrayar.

    De las naciones que conforman el globo, Chile se encuentra entre los 15 con mayor número de casos confirmados, según la página web de la OMS.

    A pesar de esta situación se puede constatar que con anterioridad en la República de Chile, el Presidente Sebastián Piñera firmó el 18 de marzo de 2020 el Decreto el Estado de Excepción Constitucional por Catástrofe por 90 días para todo el territorio nacional.

    Y se tomó esa decisión en ese momento por la emergencia sanitaria nacional y que afectó de forma inmediata el aparato productivo del país; a pesar de ello continuaron algunos rubros, oficios y las lesiones corporales de los trabajadores no cesaron.

    Esta particularidad en la siniestralidad laboral lo podemos evidenciar en el “Número de accidentes según tipo del accidente y número de enfermedades profesionales diagnosticadas por mutual”, disponible en los informes que emite periódicamente la Superintendencia de Seguridad Social del Gobierno de Chile y que referido al mes de marzo de 2020, señaló los siguientes:


12.099 accidentes del trabajo
5.017 accidentes de trayecto

 
    Dicha Superintendencia publicó en el Volumen 5, N° 6 del Panorama Mensual Seguridad y Salud en el Trabajo, el informe relacionado con la Coyuntura en Seguridad y Salud en el Trabajo, relacionado, entre otros, al mes de marzo de 2019, con la siguiente estadística:

14.121 accidentes del trabajo
5.253 accidentes de trayecto

    Aplicando la resta como simple operación matemática de las precedentes cifras, se deduce que en el mismo período disminuyó la cantidad de 2.022 los accidentes de trabajo que equivalen a un 16% menos y 236 de accidentes de trayecto con una disminución de un 4%, aproximadamente.

    Conforme a las consideraciones se reflejan estadísticas oficiales todavía significantes de los siniestros o accidentes ocurridos en el campo laboral que intervienen los trabajadores del pueblo Chileno.

    Cuando se dictan actos administrativos por las máximas autoridades de las circunscripciones locales, es para acatarlas de forma inmediata o no conforme a los términos y vacatio legis que expresan los considerandos o capítulos de cada voluntad funcionarial.

    La realidad del mes de marzo del año 2019 y 2020 comprenden dos momentos históricos contrapuestos por la aparición de un virus que tuvo consecuencias inéditas específicamente de esa nación del cono sur y que a pesar de existir una orden nacional los casos de accidentes con ocasión al vínculo laboral fueron similar o con una data semejante.

    Ver estos resultados puntuales de la postura del estado y de los efectos de continuar activo el comercio con sus empleados se puede decir que en pleno covid-19 debe aumentarse e implementarse los programas y planes de prevención de seguridad laboral con más fuerza y dedicación para desacelerar los incidentes laborales a la mínima expresión y más en época donde hay paralizaciones total o parcial de la vida comercial del país.